Un frasco de café lleno de monedas juntadas una por una. Un hombre que mira detrás del mostrador y sonríe mientras las cuenta. Un papel manuscrito. Una promesa. No hay una fecha exacta pero se supone que serán dos semanas. Era la primera vez que había que reservar un disco; era algo especial, un acontecimiento.
No, todavía no llegó, me decía siempre que pasaba frente al negocio cuando volvía del colegio. Un día no dijo nada; buscó en la estantería y me entregó un paquete enorme: era el Álbum Blanco de los Beatles.
Mucha gente creía que Sgt. Pepper era la obra cumbre y, en cierto sentido tenían razón pero a fines de los 70 el mundo estaba cambiando y una nueva generación estaba esperando nuevos modelos. No más fantasías, no más psicodelia, no más luces de colores. Y el Álbum Blanco era parte de eso. Algo más crudo, más brutal, más cínico, más indefinido: el final del verano del amor; un vendaval que terminaba con las ilusiones de la nueva contracultura y el movimiento hippie. La realidad tocaba a la puerta con todo lo malo y todo lo bueno.
The White Album apareció en Inglaterra en noviembre de 1968 y posee uno de los records de la industria discográfica, sólo en EEUU, se vendieron dos millones de copias en menos de una semana.
El disco que no tenía nombre aunque originalmente se iba a llamar A doll's house (Casa de muñecas) como la obra del dramaturgo Henrik Ibsen. Incluso, ya había sido creada un tapa pero terminó siendo reemplazada por la doble carátula en blanco diseñada por Richard Hamilton.
Era, el primer LP en donde podía verse la etiqueta de Apple, la compañía que habían formado hacía unos meses. El disco original contenía un afiche, decenas de fotografías y un libro. Una producción que mezclaba fotos de excelente calidad en papel brillante con dibujos hechos a mano, desprolijidad y letras en relieve.
No cabe duda, hubo muchos que se sintieron decepcionados, esperaban el siguiente paso después de Sgt Pepers y a cambio, recibieron un cachetazo ¿los Beatles no eran un grupo? ¿dónde estaba la sutileza? ¿dónde habían quedado los preciosimos? Era el final de la infancia, eran cuatro personas escribiendo el testamento de un viaje que incluía fans, groopies, gurues y meditación. Efectivamente, era un nuevo paso pero en otra dirección. Eran cuatro hombres madurando, gritando sus miedos, haciéndonos dudar de todo lo que hasta entonces habíamos creído. Sgt Pepers era mente y alma. El Álbum Blanco, eran tripas y corazón.
not-guiltyComo todos los discos fue el resultado final de una serie de sesiones que, en este caso, se realizaron al volver de la India. Varios temas quedaron afuera por una u otra razón, Hey Jude se editó como simple lo mismo que Savoy truffle; What's the new Mary Jane y Not guilty sólo fueron incluidos en discos piratas. Child of nature y otros demos ni siquiera fueron considerados:
Escuchándolo, algo era evidente, cada uno estaba buscando algo, a veces, lo hacían juntos, otras veces lo hacían solos. Lennon se movía entre la melancolía de Julia y el enojo de Everybody's got something to hide except me and my monkey; McCartney jugaba con canciones pop como Martha My Dear y algo parecido al heavy metal en Helter Skelter.
Harrison seguía profundizando sus influencias hindues en Long, long, long e invitaba a su amigo Eric Clapton para hacer el solo de While my guitar gently weeps. Curiosamente, en el disco se produce el debut oficial de Ringo como compositor en Don't pass me by.
La mayoría de los temas habían sido compuestos en la India y las sesiones de grabación fueron tensas. Era inevitable, estaban acercándose a un punto de no retorno, ellos también estaban creciendo. Surgían resentimientos, egos lastimados, los muchachos dejaban de serlo, aparecían otros intereses, otras necesidades, otras miserias. Lennon estaba abusando de las drogas y experimentaba con heroína, McCartney intentaba llenar ese vacío sin conseguirlo. Harrison había dejado de ser el jovencito que seguía a sus ídolos y necesitaba expandirse. Ringo, se estaba aburriendo de tanta pelea inútil.
Casi cinco meses llevó terminar las grabaciones y el resultado: cuatro gigantes desnudos.