Tu último disco y tus recientes declaraciones, especialmente las entrevistas en la revista Rolling Stone, sugieren que tus puntos de vista se radicalizan cada vez más y se vuelven más políticos. ¿En qué momento dirías que comenzó a ocurrir?
Siempre he tenido conciencia política y he estado contra el status-quo. Es algo natural cuando has aprendido desde chico a odiar y a temer a la policía como tu enemigo natural y a despreciar al ejército como algo que se lleva a todos y los abandona muertos en alguna parte. Es así de simple aunque comienza a desteñirse cuando vas envejeciendo, tienes una familia y te traga el sistema.
En mi caso nunca he dejado de ser una persona política, aunque la religión tendía a eclipsarlo en mis días de ácido, allá por por el 65 o el 66. Y esa religión fue el resultado directo de toda esa porquería de la super-estrella: la religión fue una válvula de escape para mi represión. Pensé: Bueno, hay algo más allá de la vida, ¿no es cierto? Seguro que no puede ser esto.
¿Cuál piensas que fue el motivo para el éxito de tu tipo de música?
En esa época se pensaba que los trabajadores se habían impuesto, pero me doy cuenta en retrospectiva de que es el mismo trato engañoso como el que les dieron a los negros, sólo permitieron que fueran corredores, boxeadores o artistas. Es la alternativa que te permiten. Ahora, la salida es ser una estrella pop; los que tienen el poder son los mismos, el sistema de clases no cambió ni una pizca. Desde luego, hay mucha gente que anda por ahí con el pelo largo pero nada cambió con la excepción de que todos nos vestimos un poco mejor y dejamos que los mismos hijos de puta dirijan todo.
¿Cuándo comenzaste a salirte del papel que se te impuso como Beatle?
Incluso durante el apogeo de los Beatles traté de oponerme, igual que George. Fuimos unas pocas veces a USA y Epstein siempre trató de llenarnos de palabras vacías sobre Vietnam. Así llegó el momento en el que George y yo dijimos: Escucha, cuando pregunten la próxima vez, vamos a decir que no nos gusta esa guerra.
Pero tienes que recordar que siempre me sentí reprimido. Estábamos todos tan presionados que apenas había alguna oportunidad de expresarnos, especialmente cuando trabajábamos a ese ritmo, viajando continuamente y mantenidos todo el tiempo en un capullo de mitos y sueños. Es bastante duro cuando eres César y todos dicen lo maravilloso que eres y te dan todos los bienes y las muchachas; es bastante duro escapar de eso, decir: Bueno, no quiero ser rey, quiero ser real. Así que el segundo acto político que hice fue decir Los Beatles son más grandes que Jesucristo. Casi me fusilan en USA. Fue traumático para los chicos que nos seguían.
Ese analista, Janov, ¿sus ideas parecen tener algo en común con Laing en el sentido de que no quiere reconciliar a la gente con su miseria, ajustarlos al mundo, sino más bien hacer que enfrenten sus causas?
Bueno, se basa en sentir el dolor que se ha acumulado en tu interior desde la infancia. Tuve que hacerlo para liquidar realmente todos los mitos religiosos. En la terapia sientes realmente cada momento doloroso de tu vida, es muy penoso; te obligan a comprender que tu dolor, el que te hace despertar con miedo, con tu corazón latiendo fuerte, es realmente tuyo y no el resultado de alguien que está arriba en los cielos. Es el resultado de tus padres y de tu entorno.
Al darme cuenta de esto comencé a encontrar mi lugar. El peor dolor es el de no ser deseado, de darte cuenta de que tus padres no te necesitan del mismo modo como tú los necesitas a ellos. Cuando era niño viví momentos en los que no quería ver la fealdad, no quería ver que no era deseado. Esa falta de amor llegó a mis ojos y a mi mente.
¿Qué relación con tu música tiene todo esto?
El arte es sólo una manera de expresar dolor. Quiero decir que el motivo por el que Yoko hace cosas tan extravagantes, es porque pasó por un dolor tan extravagante.
Ahora tratas de nadar contra la corriente de la sociedad burguesa, lo que es mucho más difícil.
Sí, poseen todos los periódicos y controlan toda la distribución y la promoción. Cuando llegamos sólo Decca, Philips y EMI podían realmente producirte un disco. Tenías que pasar por toda la burocracia para llegar al estudio de grabación. Te encontrabas en una posición tan humilde, no tenías más de 12 horas para hacer todo un álbum, que es lo que hicimos en los primeros tiempos.
Incluso ahora es lo mismo; si eres un artista desconocido, tienes suerte si consigues una hora en un estudio y si no tienes éxitos, no te graban de nuevo. Y controlan la distribución. Tratamos de cambiar eso con Apple, pero terminaron por derrotarnos. Todavía lo controlan todo. EMI liquidó nuestro álbum Two Virgins porque no les gustó. En el último disco censuraron las letras de las canciones impresas en la funda del disco. Una porquería ridícula e hipócrita. Tienen que dejarme cantar pero no se atreven a permitir que lo leas. Demencial.
Aunque ahora llegas a menos gente, tal vez el efecto puede ser más concentrado.
Sí, creo que puede ser verdad. Al principio, la gente de clase trabajadora reaccionó contra nuestra franqueza sobre el sexo. Le tenían miedo a la desnudez, están representados de ese modo, al igual que otros. Tal vez pensaron Paul es un muchacho bueno, no provoca líos.
También cuando Yoko y yo nos casamos, recibimos terribles cartas racistas, advirtiéndome de que me iba a degollar. Ahora se muestran más amistosos hacia nosotros, tal vez las cosas están cambiando.
Extractos de Power to the People The Lost John Lennon Interview
publicado originalmente en enero del 2008 en
Vagabundia