La gente dice, es una pena que todo haya terminado. Yo creo lo mismo. Es una pena. Me gustan los cuentos de hadas. Me hubiera gustado que los Beatles flotaran en una nube sosteniendo varitas mágicas. Pero, esta es la vida real. : Paul McCartney
Ser un ex no es agradable. Ser un ex tiene algo de frustración, un dejo de camino inconcluso, una mezcla de sentimientos contradictorios donde lo malo aflora para ser aún peor y lo bueno sólo parece algo pasajero, casi minúsculo. Ser un ex Beatle no es poca cosa y, por el contrario, tal vez sea una carga demasiado pesada para cualquier ser humano.
Hacia fines de los '60, los Beatles como grupo ya mostraban signos de ruptura; algunos eran evidentes, otros, no tanto. Muchos suponen que haber decidido dejar de hacer giras y presentaciones en vivo fue el principal problema pero, eso es bastante discutible y si la decisión fue acertada o no sólo puede evaluarse si tenemos en cuenta cuales eran las condiciones técnicas y organizativas de esas actuaciones.
No faltarían muchos años para que los mega-conciertos se hicieran comunes pero, en los '60, este tipo de eventos estaba más que en pañales y era un fenómeno tan nuevo que había sobrepasado cualquier expectativa. Era muy sencillo, no se escuchaba absolutamente nada porque el griterío del público superaba el volumen de la música.
Claro que esto no nos importaba porque el fenómeno iba más allá de la música, había comenzado ese nuevo rito donde tribus de jóvenes se reunían para estar juntos, sólo para sentirse parte de algo. Las ceremonias del rock iban más allá de los sonidos. Para todos nosotros menos para los músicos. Para ellos, era frustrante y también peligroso, el fantasma del asesinato de J.F.Kennedy rondaba silencioso, Lennon recibía miles de amenazas de muerte desde que había hecho esa declaración sobre que "Los Beatles eran más grandes que Jesus". El boicot en USA (el mercado más importante) incluía la presencia del KKK en cada uno de sus conciertos.
Paul se resistió un poco y terminó cediendo pero nunca estuvo convencido del todo: Creo que los problemas comenzaron cuando dejamos de tener los mismos objetivos y uno de ellos fue cuando decidimos abandonar las giras allá por 1966. Los músicos necesitamos tener contacto con el público.
Esos años (1966/1969) de trabajo en soledad fueron muy ricos pero deben haber dejado cicatrices porque hay algo cierto, ellos disfrutaban tocar juntos. Aún en el peor de los momentos, cualquiera que vea las escenas del famoso concierto en la terraza de los estudios de Apple, notará que la estaban pasando bien. Se ve magia, interacción, se nota que se entienden perfectamente y que están gozando. Muy distintas son las escenas en el estudio. Allí, ronda la tensión, las caras largas, el fastidio.
Paul se quejaba: mientras grabábamos Abbey Road, John y yo nos habíamos vuelto excesivamente críticos con los trabajos del otro. John sólo parecía estar interesado en sus propias canciones y decía que estábamos musicalmente estancados.
Obviamente, no hay una única respuesta pero, probablemente, la muerte de Brian Epstein fue demasiado importante, de alguna manera, rompió el delicado equilibrio de los egos y precipitó todo.
McCartney había asumido la responsabilidad de llevar el grupo adelante, la mayor parte de los discos de esa época se realizaron gracias a su insistencia pero estaba desbordado, se había puesto demasiado autoritario cuando estaban en un estudio y el que más sufría esto era George que abandonó varias veces las grabaciones. La película Let it be es un documental donde puede verse claramente esa tensión, lo difícil que les resulta estar juntos. Es muy conocida la escena donde Paul le indica como debe tocar algo. Algo similar había ocurrido con Ringo que también había decidió irse y dejar que hiciera lo que quisiera.
Lennon también estaba resentido; creía que lo saboteaba y no daba lo mejor de si en temas que para él eran muy importantes como Strawberry fields o Across the universe. Esta sensación no era ajena a sus problemas personales, heroína incluida. Su paranoia lo llevó a declarar: Siempre pensé que había algunas líneas en la letra de Get back que estaban dirigidas a mi. Cada vez que en el estudio cantaba Get back to where you once belonged, miraba a Yoko.
Estaban en juego muchas cosas, entre ellas, el liderazgo del grupo y empezó a aflorar lo peor de cada uno; comenzaron a jugar sucio, a hacerse trampa, a decirse cosas hirientes como chicos malcriados. La competencia se hizo evidente, parecían más interesados en impresionarse los unos a los otros que en impresionarnos a nosotros. Simple naturaleza humana.
Eso no era nuevo, en realidad, los desacuerdos y discusiones eran moneda corriente casi desde los inicios pero, hasta ese momento, sólo habían servido para obligarlos a avanzar juntos, ahora eran una carga demasiado pesada.
John decía: Cuando terminamos de filmar Let it be me sentía muy triste, creía que era una película que había sido hecha por Paul para Paul, la cámara lo enfocaba sólo a él, nosotros, parecíamos sus acompañantes. Para colmo, la presencia de Yoko parecía perturbarlos, no parecían comprender lo que yo sentía por ella.
George lo aclara un poco más: Imagino que los cuatros habíamos estado demasiado tiempo juntos y nos habíamos puesto muy posesivos. Esposas, amigas, nadie estaba presente mientras trabajábamos. Es que NOSOTROS éramos todo lo que necesitábamos. La relación de Yoko y John era perfecta para ellos pero a mi me hacía sentir incómodo. Sin duda era una situación complicada y es lógico que esa relación simbiótica de John y Yoko fuera algo extraño a los ojos de todos y sumara resentimientos.
Pero esa es otra historia, había muchas otras cosas en juego, cosas que tenían que ver con el negocio, especialmente, con Apple Corps, la empresa que habían iniciado en 1967 y de la que Paul se había hecho cargo hasta que se tornó demasiado compleja de manejar. Decidir quién lo haría fue otra de las piedras del escándalo.
Había dos candidatos posibles, Allen Klein, un norteamericano con experiencia en el tema y que era reconocido como un buen negociador de contratos, ejecutivo, rápido y sin demasiados escrúpulos. John lo contrató como su manager personal en 1969; un poco después, George y Ringo hicieron lo mismo pero Paul no, Klein no le gustaba, creía que el 20% de honorarios era excesivo, prefería a Lee Eastman, el padre de su esposa Linda. Votaron y claro, perdió 3 a 1.
Klein manejó Apple por poco tiempo mientras Eastman manejaba la carrera de Paul y lo transformaba en el Beatle más rico. Si bien el nuevo manager logró que ganaran más dinero que nunca, la combinación Klein + Eastman fue fatal.
En mayo de 1969 Paul trató de hacer que la banda volviera a tocar en vivo y propuso hacerlo en pequeños clubs, casi de incógnito, con otros nombres, a Ringo le gustó la idea, George tenía sus dudas pero John fue categórico, simplemente le dijo que le parecía una tontería, una ingenuidad de su parte y que iba a abandonar el grupo. Cuando Allen Klein se enteró que la decisión estaba tomada le sugirió que no la hiciera pública hasta que se concretaran los contratos que estaban negociándose en ese momento.
every-nightLas declaraciones iban y venían. Lennon molesto por temas como Ob-la-di Ob-la-da y Maxwell's silver hammer que le parecían escritos por un anciano y reclamando que sus canciones dejaran de ser el lado B de todos los simples. George, harto porque había temas grabados por él y que hacia años que no se publicaban.
it-dont-come-easySeis meses después, Paul llamó a John y le dijo que él también había decidido abandonar el grupo; había terminado su primer album solista y quería sacarlo en abril pero Klein se rehusó, Let it be estaba programado para esa fecha lo mismo que el álbum solista de Ringo, Sentimental journey y le pareció excesivo. Eso lo puso furioso. Totalmente fuera de control, lo amenazó me las vas a pagar cuenta Ringo que dijo, mientras le mostraba el puño alzado. Preocupado, habló con los otros para que intercedieran. Por fin, el disco de Paul salió en abril de 1970, inmediatamente después de Let it be; la salida del disco solista de Ringo se pospuso unos meses.
McCartney, el album de Paul contenía una serie de textos reproduciendo una supuesta entrevista. Allí, se podían leer las razones de la ruptura de los Beatles, algo que hasta ese momento, nadie sabía: Diferencias personales, en el manejo de los negocios, diferencias musicales ... Paul no ve en su futuro otra relación al estilo Lennon-McCartney ... Ni Allen Klein ni ABKCO Industries tendrán algún tipo de relación con mi música ni con ninguno de mis proyectos.
John, George y Ringo habían guardado silencio y jamás terminaron de perdonarle lo que consideraban una especie de traición que había utilizado como medio de promover su propio disco. Paul se defiende: No fue mi intención lastimarlos y tampoco importa mucho quien fue el primero en irse. Me sentía culpable por estar engañando al público y creí que había llegado el momento.
Incluso entonces, nadie confirmó nada, por el contrario, hablaban de un futuro disco cuando terminaran sus respectivos proyectos personales, probablemente para fines de ese mismo año. Nadie sabe si sus intenciones eran reales o sólo declaraciones tranquilizadoras.
De cualquier manera, el 31 de diciembre de 1970 comenzó el juicio iniciado por Paul McCartney para disolver la sociedad; una sociedad de lo cual ninguno de ellos estaba muy consciente y que existía desde 1967 cuando habían firmado un contrato que los unía por 10 años. Ese contrato los obligaba a ponerse de acuerdo en todo lo que se refería a sus carreras, incluyendo discos o presentaciones personales. Todo debía resolverse por votación y por simple mayoría. La relación personal entre ellos casi no existía y cualquier propuesta terminaba 3 a 1. Era razonable que Paul quisiera terminar con esto a cualquier precio y que los otros no.
Creo que, de alguna manera, la creatividad de Paul se murió : John Lennon
A algunos nos gustaría inundar el mundo con tontas canciones de amor ... ¿qué tiene de malo? : Paul McCartney
Uno escucha cosas hechas por ellos como solistas y, por mucho que nos puedan gustar, sabemos que falta algo, falta la magia beatle y es que no me cabe la menor duda, John y Paul se necesitaban desesperadamente, juntos, se multiplicaban.
Una chica me contó que vio a John caminando por la calle con un botón prendido en la solapa de su saco donde podía leerse Amo a Paul (I love Paul). Se acercó y le preguntó ¿Por qué usas un botón que dice Amo a Paul. Él, se detuvo y le respondió: Porque amo a Paul y siguió su camino : Harry Nillson