Los '60 terminaron en 1970 y esto no es aritmética elemental. Los '60 significaron la adolescencia y en 1970 comienza la madurez y la inevitable decadencia. Las rondas de hippies sonriendo con flores en el cabello se van deshaciendo lentamente; algunos caen muertos en medio de excesos, otros abandonan las ropas de colores y empiezan a juntar dinero para comprarse corbatas. Aún falta mucho para el final pero ahora, desde lejos, es fácil darse cuenta que las señales estaban allí y que no hacía falta más que interpretarlas correctamente.
Es un largo, largo camino hacia el amanecer ...
Es inevitable. Dejamos de ser niños y nos vamos dando cuenta que el mundo es mucho más complejo de lo que parecía. Todo es un poco confuso y cuesta entenderlo. Entre septiembre y octubre de 1969 se lanza Abbey Road el último disco grabado por los Beatles. Unos meses después, en mayo de 1970 se lanza Let it be, el anteúltimo disco grabado por los Beatles. La secuencia está invertida, todo es demasiado extraño; nos sentábamos en el cine a mirar imágenes de algo que ya había pasado, algo que ya no existía pero que recién conocíamos, como la luz de las estrellas más distantes.
Un mes antes, el 10 de abril de 1970, Paul McCartney anunciaba en los medios que jamás volvería a grabar con John Lennon lo que significaba la confirmación de lo que todos ya sabían, los Beatles eran parte de la historia. No había nada más que hablar. En realidad, Lennon se había apartado apenas había aparecido Abbey Road y Harrison no quería saber nada con volver a pasar por lo que habían pasado en los últimos tiempos pero nadie lo había dicho tan directamente. Era, un secreto a voces de la que sólo nosotros estábamos excluidos.
Pero, 1970 tendría más sorpresas.
Una semana después del anuncio de la disolución , Paul publica su primer álbum como solista y sale a competir con el mismo lanzamiento de Let it be. No le va tan mal, llega al número dos en los charts y apenas es superado por Bridge over trouble water de Simon and Garfunkel. Ese éxito, añade tensión a la ya existente en el seno del grupo; Let it be llega al número uno tanto en USA como en Europa y la película gana el Oscar a la mejor banda sonora pero sólo Paul va a recogerlo.
En marzo, Ringo Starr había sacado a la venta Sentimental Journey y en agosto, un disco con temas country llamado Beaucoups of Blues.
En noviembre, George Harrison saca All things must pass, el primer disco triple en la historia de la música. Es que tiene mucho material acumulado después de años de permanecer en las sombras. Tampoco le va nada mal, es uno de los pocos que tiene seis discos de platino acumulados.
El año, como todos los años, termina en diciembre y aparece John Lennon/Plastic Ono Band, el primer álbum de estudio de John que no tiene el mismo éxito comercial que los anteriores pero también llega a posicionarse entre los primeros diez de todos los charts.
Los seguidores estábamos un poco confundidos, eran muchos discos juntos y encima, el de George costaba una fortuna ¿Cómo digerir tantas cosas al mismo tiempo? No fue sencillo porque lo que había era una mezcla de decepción y nostalgia; la pregunta que muchos se hacían era: ¿tenían que separarse para seguir haciendo lo mismo? Y es que la sensación era un poco esa; más allá de gustos personales por este o aquel, los discos mostraban Beatles sin Beatles. No estaban separados por la música sino que ya no toleraban estar juntos, habían descubierto que eran individuos caminando hacia ninguna parte.
good-night-demoPaul había viajado a EEUU por negocios y allí había conocido a Linda Eastman, la invitó a conocer su casa de Londres, ella aceptó y jamás se marchó. John y Yoko estaban tratando de salir del abismo de las drogas donde se habían hundidos, sumaban escándalos y terapia con Arthur Janov. George se sentía liberado de presiones, tratando de salir de su rol secundario, reforzado por un hecho incontrovertible, tres de sus temas habían superado la calidad y el éxito de las canciones de Lennon y McCartney: While my guitar gently weeps, Something y Here comes the sun. Ringo era el único de los cuatro sin grandes problemas, hacia tiempo que mezclaba trabajos solistas con su pasión por el cine y, simplemente, se mantenía al margen de las peleas juveniles; curiosamente, sus discos solistas fueron siempre los más vendidos.
all-things-must-pass-demoDe los discos solistas del 70, el triple de George es el más sencillo de comprender. Uno de los tres era Apple Jam, una serie de canciones improvisadas en estudio junto a músicos amigos (Jim Gordon, Carl Radle, Bobby Whitlock, Eric Clapton, Gary Wright, Jim Price, Bobby Keys, Al Aronowitz, Dave Mason, Ginger Baker, Klaus Voormann, Billy Preston, Ringo Starr, Peter Frampton, Phil Collins, Gary Brooker, Alan White, Ray Cooper). Los otros dos eran la suma de un sinfín de canciones acumuladas en los últimos años, algunas como Isn't it a pity o Beware of darkness hubieran podido formar parte de cualquier disco de los Beatles, otras eran ideas nuevas o quejas por la situación por la que pasaba el grupo, como Wah-Wah; algunas pocas, como la misma All things must pass ya habían sido ensayadas por los Beatles pero habían quedado descartadas o demoradas.
junk-demoEl de Paul es un disco difícil de comprender a menos que uno lo entienda como declaración de independencia absoluta o el sentimiento de alguien que, de pronto, se encuentra solo, casi sin nada que hacer, enfrentado a una nueva realidad que lo lleva a refugiarse en su granja de Escocia junto a su esposa y su recién nacida hija, Heather.
Sin duda, McCartney necesitaba hacer algo mostrar quien era y no es casualidad que toque todos los instrumentos (bajo, guitarras, batería, piano, melotrón, órgano, y xilófono). La mayor parte del disco fue grabado en el precario estudio de su propia casa, el resto en otros estudios de Londres que alquilaba en absoluto secreto, usando el seudónimo de Billy Martin. Tampoco es casual que su lanzamiento coincidiera con sus declaraciones de ruptura ni que en las copias originales se incluyera una entrevista donde hablaba de la ruptura de The Beatles y sus proyectos futuros.
Pero tampoco él logra eludir la trampa y el disco suena Beatle. Muchos temas parecen una mala continuación de Abbey Road. Otros como That would be something o Every night son baladas que pudieron haberse incluido en cualquier disco del grupo. También hay canciones previamente grabadas y descartadas por los Beatles como Junk y Teddy Boy.
Recuerdo que lo escuchaba y me pasaba algo raro; cuando comenzaba a aburrirme, a sonarme chato, aparecía el Paul que uno esperaba dándome ánimos para seguir. Claro, era inevitable que Maybe I'm amazed nos recordará a Oh Darling y también era inevitable que nos preguntáramos qué había pasado, cómo no nos habíamos dado cuenta.
god-demoEl de John sale con cierta ventaja, aparece casi a fin de año pero es la gota que rebalsa el vaso. Hoy, es considerado uno de los mejores álbumes de Lennon y una grabación histórica; entonces, casi es dilapidado. Es que la palabra Ono impresa allí y el hecho de que Yoko formara parte de los créditos era casi un insulto para millones de fanáticos que, simplemente, la odiaban. El disco, tampoco ayudaba porque nos obligaba a meternos en medio de sus traumas infantiles, en su enojo y en el inmenso dolor que brotaba de cada palabra y de cada nota. Era el disco final de la juventud y el del inicio de la madurez, algo que para nosotros significaba miedos que no sé si estábamos dispuestos a correr. Y mostraba algo más, confirmaba que los Beatles ya no existían.
También es un álbum de un músico solitario, sólo lo acompañan Ringo Starr y Klaus Voormann. Lennon se encarga de las guitarras y el piano. Algunos dicen que es austero, otros, que es crudo, no hay muchos arreglos ni virtuosismo. La catarsis de los gritos de la terapia primal de Janov explota en Well well well ¿Cómo puede decir que su madre murió? protestaba un DJ en la radio cuando pasaba My mummy's dead.
Algo del sonido Beatle queda flotando pero ya es muy poco. Look at me puede asimilarse a Dear Prudence; Mother es Julia y el reconocimiento público del abandono infantil. Finalmente en God lo dice claramente para que nadie tenga dudas: No creo en los Beatles, sólo creo en mi, en Yoko y en mi. Era peor que decir adiós; era decir basta.
Es el final del año 1970 y también es el final de una era. De ahí en adelante, todo será diferente, cada uno de ellos seguirá su propio camino pero ninguno de nosotros volverá a ser el mismo; el tiempo nos espera en algún lado para despedirnos por última vez.
